274 - La ira
A veces el amor es expansivo,
crece en nuestra amplitud, y la rebosa;
y a veces es un aura luminosa,
signo de joven corazón cautivo.
Pero la cólera es un explosivo
de índole destructora y belicosa,
es el tallo de espinas sin la rosa,
impulso despiadado y vengativo.
Hoy he sentido el brusco ramalazo
de la rabia febril, como un hachazo
que se recibe y se quisiera dar.
Un lastre en el estómago he tenido,
un impacto en el pecho enfurecido,
ciego rencor y ganas de matar.
Los Angeles, 24 de septiembre de 1999