2829 - Entre sábanas (IV)
La noche, mansa, inadvertidamente,
y en paz de cuna, se nos ha dormido,
tras mi susurro al borde de tu oído,
con tintes de sensual y de inocente.
En la alta madrugada, de repente,
me despierto en tu abrazo sumergido.
Quedo inmóvil, y observo conmovido
tu sonrisa irradiándome el ambiente.
Presiento que soy parte de tal sueño,
tornándose mi rostro tan risueño
como el que estoy a punto de besar.
No te desveles aún, sigue flotando
por tu región azul, desentrañando
cada enigma que te hace suspirar.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2011