2839 - Soterrado en el alma (II)
No sé si tiene nombre, edad, altura,
si me ha besado alguna vez, si instiga
rebelión de sentidos, o prodiga
desasosiegos de mujer madura.
Pero sé que está ahí, que su figura,
si intangible, inequívoca, mendiga
cuanto puedo ofrecerle, y se desliga
de reciprocidad y de atadura.
Sin embargo, recibo tanto de ella,
si bien no me lo da, mas lo destella,
que me afluye a aromáticos raudales.
Y lo acepto, induciéndome a mí mismo
a creer en ofrenda y altruísmo
lo que son bagatelas marginales.
Los Angeles, 12 de diciembre de 2011