2902 - Balcones (V)
Salimos al balcón. Entre macetas
de gardenias y nardos, la tumbona
se revelaba, al sol, anfitriona
sugiriendo actitudes indiscretas.
Al aire libre, y en las horas quietas
de la tarde abrileña, se abandona
toda aprensión, y en torno a la persona
que nos sonríe, giran los planetas.
La brisa era en sí misma una caricia
sobre la piel, mas no con la pericia
de la mujer desnuda junto a mí.
Fue su placer desentrañar el mío,
rebosándome en ímpetu de río
en que incondicional me sumergí.
Los Angeles, 15 de febrero de 2012