303 - En vela
No duermas hoy, vela conmigo, aumenta
tu hechizo, que de noche me sostiene;
un nubarrón plomizo hacia mí viene
y en descarga de lágrimas revienta.
Tu cercanía emocional ahuyenta
los trasgos de las sombras, y mantiene
tal sosiego a mi lado, que detiene
el avance frontal de la tormenta.
Aunque tu cuerpo esté a miles de millas,
te tendré acurrucada en mis rodillas,
en invisible abrazo en torno a mí.
Y tus ojos, tan lejos, tan cercanos,
recorrerán mi piel como dos manos,
y así lo harán mis ojos para tí.
Los Angeles, 27 de diciembre de 1999