3483 - Dependencia
Como igual te acepté, sin encumbrarte
a pedestal de mármol, o a grandeza;
ni amenguar la valía y gentileza
que en ti ven quienes saben aceptarte.
Mas observo que arrías tu estandarte,
clamando rendición, y tu cabeza
ya no acierta a pensar en la proeza
de afirmar tu nivel, que es tu baluarte.
La subordinación es la injusticia
que a ti misma te impones, y desquicia
el equilibrio que los dos fraguamos.
Recógete a ti misma. La escalada
hacia tu propia altura está avalada
por mi fe en ti, y el ritmo a que bailamos.
Los Angeles, 10 de octubre de 2013