3484 - Deprisa
En urgencia de ti rompo la brisa,
asciendo las colinas, serpenteo
mesetas y arbolados, y vadeo
ríos que ruedan, como yo, deprisa.
Mientras la mente vuela a tu sonrisa,
el pie, sin alas, brega en su ajetreo,
y la piel se encabrita en el deseo
que tantas situaciones improvisa.
Desesperadamente me apresuro,
y entre labios mi súplica murmuro
al ángel protector del viajero.
Las gentes, al pasar, sugieren calma;
pero, ¿cómo amainar, si llevo un alma
que agonizando va por el sendero?
Los Angeles, 10 de octubre de 2013