350 - Amante a la ventana
Frágil cristal decide mi aislamiento
de la blanca ladera, el río helado,
del sendero desierto, del poblado
desnudo de sonido y movimiento.
Balancea el abeto contra el viento
verde ramaje en nieve enmascarado;
todo en calma, ni el sol ha perturbado
el sosiego del campo soñoliento.
Se me pierde el paisaje en la mirada
concibiendo tu súbita llegada
para de nuevo, amor, pertenecernos.
Este calor en el hogar no es mío;
dentro de mí hace frío, mucho frío,
que es tu ausencia el peor de los inviernos.
Los Angeles, 27 de abril de 2000