3615 - Braga
Acercándome a la última frontera,
a un lado y otro quedan, por el suelo,
prendas que intenso deshojó mi anhelo,
de que tu piel turbada se libera.
Ni hay argucia en mi plan ni te vulnera;
recíproca actitud, sin el recelo
de ambiguo cooperante; sólo apelo
a tu libre albedrío, compañera.
En este punto, la postrera etapa,
eres tú quien, de grado, se destapa
de la prenda final, sin sonrojarte.
Te contemplo. Desnuda eres más bella.
Voy a estampar en ti mi íntima huella,
irrumpiendo en tu lúbrico baluarte.
Los Angeles, 9 de diciembre de 2013