458 - El olvido
En la memoria hay una zona oscura
contra el muro del fondo replegada,
precedida de niebla prolongada
donde sólo el olvido se aventura.
Te has internado allí, ciega, insegura,
y quedó tu silueta disipada
como al atardecer queda apagada
la luz, cuando la noche se apresura.
Qué olvidada te tengo, qué perdida,
que ya no sé tu nombre, ni hay herida
que no ha logrado ya cicatrizar.
Sombra en la sombra de mi pensamiento,
impalpable, invisible como el viento,
como el viento que gime en el pinar.
Los Angeles, 30 de mayo de 2001