470 - Un beso casto
Un beso casto me ofreciste; un beso
de abjuración de lo que el beso exige;
para que uno en verdad nos regocije
debe arropar sensualidad y exceso.
El beso casto es escultura en yeso,
que abaratada en el portal se erige;
el exaltado es bronce en que se fije
la permanencia de un perfil impreso.
Si en decoro me besas, dilapidas
las oportunidades que dormidas
en la más íntimo del alma yacen.
Despiértalas; que libres se abalancen
y entre tus labios y mis labios dancen
besos que instigan y que satisfacen.
Los Angeles, 28 de junio de 2001