515 - Asimilación
Vienes a mí, breve de espacio y horas,
don que entre tales límites alterna,
te acepto y hago universal y eterna,
y por ti se repiten mis auroras.
Razón y afán, volumen que incorporas
de mi entidad a tu presencia interna,
serán desde hoy la ley que te gobierna,
mi ley, tu ley, que adoptas y elaboras.
Naces de mí hacia ti, mi sangre roja
de sus propias arterias se despoja
y en las tuyas prepárase a fluir.
En su caudal arrastra el sedimento
de mi sentido y de mi pensamiento,
que ahora tú has de pensar y de sentir.
Los Angeles, 23 de agosto de 2001