664 - Tu silencio
Puedo, al mirarte, ver los pensamientos
que tú misma aún no sabes que has tenido;
en ti he estado en tal modo sumergido
que sé desde el tejado a los cimientos.
He visto gozo, sueños, desalientos,
y te he visto en el miedo aún no vencido;
por mi alborozo tu alegría mido,
por mis desolaciones, tus lamentos.
Tu rostro me habla si tus labios callan,
y en tu quietud unánimes estallan
rojos ocasos, pálidos albores.
¡Qué silencio sensual tan elocuente!
Te escucho desde el centro de tu mente
y oigo en tu piel redoble de tambores.
Los Angeles, 13 de agosto de 2002