679 - Esperándote
Al elegirte me abracé a la muerte,
y muriéndome estoy, día por día;
qué prolongada, trágica agonía,
de proclamarte mía y no tenerte.
Di a la rosa que espere, y no despierte,
que hay otra primavera en lejanía;
amordaza en silencio a la armonía,
que tal vez surja la canción más fuerte.
Di a la aurora que vuelva a oscurecerse,
que habrá otro sol mañana, y podrá verse
más fulgurante que hoy lo hubiera estado...
No hables de otros lugares y otras fechas,
que mis entrañas, hoy, están deshechas
de amar y de esperar, desesperado.
Los Angeles, 2 de octubre de 2002