823 - Volver
Vuelvo a ver los colores en la rosa,
y de nuevo respiro su fragancia;
percibo armónica la disonancia
que antes hirió mi oído, bulliciosa.
Ciñó una sombra fría cada cosa
que fue en mi entorno esencia o circunstancia,
y entumeció el sentido, en repugnancia
de tono y rasgo en cada forma hermosa.
Hoy despertó la luz de la mañana
sobre mi rostro, nunca tan temprana,
ni tan pletórica, acariciadora.
Yo desperté también, como el que advierte
que regresa del borde de la muerte
para sólo vivir su última hora.
Los Angeles, 11 de julio de 2003