873 - Actriz
Hablas palabras que otros han escrito,
y maduras en ti unos sentimientos
desprovistos de sangre, sólo atentos
al remedo; son rosas de granito.
Quien te observa te escucha como grito
más que como suspiros o lamentos;
sólo a la mente van tus fingimientos,
el corazón exige más que un rito.
Si yo fuera testigo de tu arte
sobre el proscenio, habría de esperarte
al fin de la sesión para decirte:
“Has hablado de amores al gentío;
haz ahora tu lenguaje sólo mío”;
y al ver mis ojos, no sabrías irte.
Los Angeles, 23 de agosto de 2003