912 - Recital
En tu voz tus poemas y los míos
van hermanados, mismo itinerario;
mi transfiguración y mi calvario
desembocan en ti como dos ríos.
Al oirte, un albor de escalofríos
me rompen la mañana; el calendario
marca besos de tinte mercenario
en recuerdos efímeros, vacíos.
El timbre de tu voz los ha llenado
de números gozosos; marchitado
queda el pasado, el hoy ha florecido.
Mis palabras renacen nuevas, puras,
perdiéndose en tu voz sus amarguras,
y filtrándose tu alma por mi oído.
Cantabria, 13 de octubre de 2003