920 - Me la llevo conmigo
Me llevo tu mirada, tan serena,
diafanidad, cristal, mañana clara,
silenciosa, recóndita algazara,
ventanales del alma en luna llena.
Mirada navegante en cada vena,
en muda fiebre de mi piel avara,
persistente quietud que se dispara
de un ojo al otro, antorchas en cadena.
Me la llevo conmigo, porque quiero
permanecer en ella prisionero,
verte bajo mis párpados cautiva.
Otras retinas se agostaron ciegas,
sólo tú, categórica, me llegas
con perenne verdor de siempreviva.
Castilla, 28 de octubre de 2003