945 - Una noche
Una noche tan sólo en tu cabeza
rastreando recuerdos e intenciones
para extinguir mis propias confusiones,
aunque al fin me asesine la certeza.
Una noche en tus venas, donde empieza
trémulo el pulso de tus emociones,
y navegarte en tantas direcciones,
desde la hilaridad a la tristeza.
Una noche en tu piel, cálida y suave,
donde ninguna puerta tenga llave,
a plena luz y plena voluntad.
Una noche, una sola noche quiero,
porque al amanecer, si no me muero,
nos perteneceremos de verdad.
Los Angeles, 26 de noviembre de 2003