948 - Otra brisa
“No volverá a pasar”. Manso lamento
en susurro de inmóvil arboleda;
la brisa fugitiva ya no enreda
en las ramas su abrazo soñoliento.
No hay voces, ni ecos; si el oído atento
procura penetrar cada vereda,
sólo un silencio diáfano, de seda,
sin responder responde. Desaliento.
Mudo clamor, efigie transparente,
resuena en las esquinas de la mente,
ciega el ámbito inerte del recuerdo.
“Habrá otra ráfaga, vendrá otra brisa”.
Amanece en mis labios la sonrisa,
y entre los quietos árboles me pierdo.
Los Angeles, 28 de noviembre de 2003