949 - Alma ausente
Dentro de ti habité, viendo las cosas
a través de tus ojos; los rumores
entraban en mi oído, los temblores
eran entre mis dedos mariposas.
En tu piel se agolpaban silenciosas
las sensaciones, como borradores;
yo era el original, ya sin errores,
percibiéndolas puras, luminosas.
En tu alma ausente, muerta ya o perdida,
no palpitaba el pulso de la vida,
sólo por mí sentías y pensabas.
Y ahora que yo me voy, tus emociones
volverán a lo que eran, sensaciones
que sólo en la corteza almacenabas.
Los Angeles, 28 de noviembre de 2003