Brevería 1891
No llegará su carta, no está escrita,
lo impiden las faenas cotidianas;
se necesitan días y semanas…,
y voluntad también se necesita.
Alguna vez escribirá, presumo,
quizás en unos meses, o en un año;
tal vez hable de amor, diga “te extraño”…
Quizá en el fuego lo susurre el humo.
julio de 2008