Brevería 1996
Entre todos los seres que no tengo, que ignoro,
que conseguí algún día, pero luego perdí,
tiene que haber alguno que cuando río y lloro
ría y llore conmigo, aunque lejos de mí.
Y esa persona, o ángel, o sombra en lejanía,
se estará preguntando lo que yo mismo inquiero;
y su orfandad absurda será como la mía,
cada cual confinado en su celda, prisionero.
febrero de 2009