Brevería 1997
Las palabras son ánforas vacías,
cada cual pone en ellas lo que quiere;
y escuchará parodias, elegías,
placidez, arrebatos, quien bebiere.
Digo lo mismo, pero tan diverso
cuando lo escuchas tú, u otro lo advierte;
el mismo cuadro a anverso y a reverso,
misma acepción que cada cual pervierte.
febrero de 2009