Brevería 978
Vino, besó y se fue, sin dejar huella
ni en mi piel ni en la tuya su retozo;
fue una sonrisa más, un nuevo gozo,
una caricia sin más nombre que ‘ella’.
Sobre ambos fue superficial contacto,
y efímeros sobre ella los dos fuimos;
ella fue préstamo, tú y yo nos dimos...
¿qué nos impide reiterar el acto?
septiembre de 2002