Hacia la muerte vamos
El tiempo queda inmóvil,
y en su pista de hielo resbalamos;
él no se va; nosotros
somos los fugitivos cabizbajos,
que en derrota de vida,
hacia la muerte vamos.
Cabalgamos un tren de mercancías,
porque somos artículos gastados,
tren que no se detiene
en ninguna estacion, tren solitario.
Los pasajeros en el rostro exhiben
inerte gesto en seriedad de esclavo,
perdida ya la libertad, perdida
la razón de vivir, fin de su plazo.
El tiempo queda inmóvil, y nosotros
hacia la muerte vamos.
Los Angeles, 2 de septiembre de 2003