Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Pálida Muerte - Irak (2003-2007)
Sobre el polvo
Tiza roja quebrada en el asfalto, y cuaderno de trazos inseguros abierto a sol y viento. La mañana, ignorante de escuelas, se detuvo sobre el charco de sangre. Densa columna de humo se apresuraba a huir hacia lo alto. El brazo, ya sin pulso, la mano, ya sin dedos, los ojos, ciegos, el gemido, mudo. Este niño abandona inacabado su último dibujo. Este niño es un fardo empapado de sangre, que no supo cruzar la calle a tiempo. Este niño, esta víctima es producto de ambiciosos ególatras y de estrategas de Café, de eunucos blandiendo espadas entre bastidores, de pregoneros de ficticios triunfos. La muerte es el designio del soldado, su asignatura de estudiante. Pudo haber sido la vida, la sonrisa, el pincel, la palabra, el contrapunto. Pero eligió la ruina, el exterminio, alma de hierro con razón de puño. El soldado avanzó. Dormía el niño indisoluble sueño de difunto. Miró el soldado indiferentemente, una mancha en el suelo bajo un bulto. Como estatuas, inmóviles, acechaban los buitres sobre el muro. Pasó el soldado, maquinaria viva empapada en consignas y discursos. Y no volvió la vista. Truncada espiga inerte sobre el surco, quedó el niño en el polvo. Daño colateral, clamó el verdugo.
Los Angeles, 22 de marzo de 2006
Diseño: Carmen Álvarez
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