Nací en 1988 en Los Angeles, California, donde resido. La familia que me adoptó, cuando yo sólo tenía tres meses, tenía en aquellos momentos dos animales en casa: Una perra, "golden retriever", cuyo nombre era Gipsy, de 4 años de edad en aquellas fechas; y un perro, mezcla de "golden retriever" y "sheltie", de nombre Argos, de dos años. Ambos perros se hicieron amigos míos muy pronto, y nunca tuve el problema que tantos de mi especie tienen con los perros. Gipsy, sobre todo, con su carácter dulce y amable, me adoptó como si fuera un cachorrillo suyo. El año siguiente, otro gato fue adoptado. Su nombre es Logan, y es completamente negro. Siempre me llevé muy bien con él, y a su vez, él se llevó muy bien con los perros. Siempre fui tratado como uno más de la familia, y recibí mucho cariño no sólo de 'mis padres' sino también de su hijo Andrew y de su hija Carmen. Andando los años me hice más independiente, y comencé a visitar a una familia que vive al otro lado de la calle, donde el hombre de la casa, Bob, empezó a mimarme y a darme muchas golosinas. Por eso empecé a quedarme más y más tiempo allí, con la natural alarma de 'mis padres' que pensaban haber perdido un hijo. Pero yo los visitaba con frecuencia, teniendo mucho cuidado al cruzar la calle, ya que sé que otros gatos perdieron su vida bajo las ruedas de los automóviles. Se podría decir que tengo dos casas, y dos familias, aunque Bob no me deja entrar en su casa, pero paso el tiempo durmiendo sobre el aparato de aire acondicionado de su sala, al exterior, y puedo ver todo lo que pasa dentro. Aunque no puede decirse que mi relación con Logan haya deteriorado, sin embargo, en los últimos tiempos, y sin saber por qué, parece que no cabemos en la misma casa. El me sigue con frecuencia, pero no me encuentro cómodo en la casa cuando él se halla dentro. No puedo explicar la razón. Quizá desde que empecé a frecuentar la casa de Bob, empecé a considerar mi propia casa como territorio de Logan. Lo cierto es que trato de no estar en la misma habitación con él. Nunca nos peleamos, no señor. Pero me gusta mantener las distancias. Soy un gato feliz, porque he recibido mucho cariño. Y definitivamente, no me puedo quejar de la vida. Cuando Gipsy murió en Noviembre de 1995, perdí una gran amiga. La pérdida fue mayor aún para mi amigo Argos, que sintió mucho su ausencia. Finalmente, en Julio de 1997, una nueva perra vino a vivir en casa. Su nombre es "Lady", y debe de tener cuatro años. También es mezcla de 'golden retriever' y 'sheltie', como Argos, aunque en Argos predomina el 'sheltie' y en Lady predomina el 'golden retriever'. Por el momento me estoy manteniendo a cierta distancia, hasta que la conozca mejor. Logan, sin embargo, se acercó a Lady desde el primer momento, y se llevan bien. Una de mis aficiones ha sido siempre andar por los tejados. Mis habilidades de gran saltador me facilitaban la empresa. He aquí una foto mía saltando al alero del tejado de la casa. Mi vida, como podeis observar, ha sido buena, hasta la fecha. Trato de no buscarme problemas, aunque de cuando en cuando mis instintos de caza me empujan hacia los pájaros. Mi 'madre' se enfada mucho cuando me ve acosarlos y más aún matarlos. Pero, ¿qué?. Ellos no son vegetarianos, y comen carne de vaca, y de pollo, etc. Y hay que matar a esos animales antes de comerlos, ¿no? Bueno, amigos. Espero que os gusten mis fotos. Y no os olvidéis de visitar las páginas de mis amigos Argos y Logan.