1081 - Último, primer día (I)
Lady, diez años, en parte ‘golden retriever’, y en parte
‘pastor escocés’, alcanzó su último y definitivo sueño.
Tu mirar, impregnado de tristeza
en los últimos días, tibia tea,
perdida ya la llama, martillea
sin cesar en mis ojos. Tu certeza
del final inminente se tropieza
dentro de mí con la tenaz idea
de que aún no has terminado tu odisea,
y a la vez mi temor de nuevo empieza.
Tú y yo sabemos que ha llegado el día
de interrumpir la mutua compañía
tejida entre los dos, año tras año.
Tan tendida a mis pies, tan desvalida,
goteando la fuga de la vida...
Te irás, te vas, te quedas, te acompaño.
Los Angeles, 6 de mayo de 2004
1082 - Último, primer día (II)
Una mano benévola ha venido
en solidaridad a abrir la puerta
que solamente permanece abierta
para quien, como tú, lo ha merecido.
En este paraíso instituído
entre nubes y estrellas, se despierta
afable algarabía, siempre alerta
a la eclosión de inédito ladrido.
Te han sentido venir, Lady del alma,
trotando por los aires. En la calma
de tu cuerpo, aún caliente, está mi mano,
temblorosa, insistiendo en la caricia.
Terminó hoy tu dolor, pero se inicia
otro dolor más íntimo y humano.
Los Angeles, 6 de mayo de 2004
1083 - Último, primer día (III)
Frisky y Logan, gatos de 16 y 15 años, respectivamente,
fieles amigos de Lady, extrañan ya su ausencia
Rondan mis gatos el salón perplejos,
brújulas ciegas, desmagnetizadas;
mudas preguntas tiñen sus miradas,
como el vaho que empaña los espejos.
Rivales entre sí, y amigos viejos,
ambos de Lady adictos camaradas,
ajenos al rumor de sus pisadas,
nunca ninguno de los tres muy lejos.
Hoy presienten el hueco de su ausencia;
tantos años de estable convivencia
cortados por el tajo de la muerte.
Oh, Lady, Lady, oirás cada maullido,
y sabrás que es saludo y es gemido
de estos dos que hoy acaban de perderte.
Los Angeles, 6 de mayo de 2004