Brevería 1215
Cada vez que te sueño, cada vez, toda vez,
suprimo la distancia, creándote a mi lado;
se me alberga en la mente la íntima insensatez
de que nunca has venido, que nunca te he soñado,
porque te he hecho tan mía que no has estado aparte,
eres casi yo mismo, bajo mi piel te agitas;
por eso ni te añoro ni tengo que esperarte,
tú, mi sueño dorado, que en mis sueños habitas.
993 - Frente a mí
Estás como a otro lado de la mesa,
a una cierta distancia, defensiva,
la mirada, ya recta, ya evasiva,
la mano, incierta, entre las mías presa.
Te absorben más mis ojos, se atraviesa
mejor cada palabra, mas reaviva
la idea de que yace en ti cautiva
honda inseguridad que no se expresa.
Frente a mí eres belleza que se admira,
mente sonámbula que no conspira,
brazos inmóviles, y labios secos.
Ven a mí en osadía irreverente,
y en cuerpo y alma, mutua, sensualmente,
inundemos de amor todos los huecos.
Los Angeles, 21 de diciembre de 2003