Brevería 354
Se han muerto las caricias en mis manos
por falta de calor y de sustento;
fríos inviernos y áridos veranos
hielan los labios, secan el aliento;
senos ayer turgentes y lozanos
languidecen sin besos, y presiento
que sin tu indispensable compañía
he de morirme en soledad vacía.
1379 - Sueño
He empezado a soñarte de otro modo,
fuera de esa verdad y esa costumbre
forjadoras de angosta servidumbre,
de brazos amarrados codo a codo.
Voy a soñarte libre; sobre todo
voy a soñarte nueva, sin la herrumbre
que el uso añade, con la incertidumbre
que ofrece, al caminar, cada recodo.
Vendrás a mí, gentil desconocida,
desnuda de tu ayer, porque vestida
repetirías lo que fueras antes.
Y no quiero soñarte predecible.
Quiero un sueño espontaneo, irrepetible,
que no sufra de idénticos instantes.
Los Angeles, 6 de diciembre de 2005