Brevería 1377
Mi sed de ti me arrastra por la arena
buscando el manantial que me rehuye;
se me incendia la boca, y en la escena
sólo yo estoy, y sólo el tiempo fluye.
Avanzo en avidez; se desmelena
la noche en el crepúsculo; concluye
un día más sin ti; la sed me oprime…
¿Cuándo podré encontrarte? Dime, dime…
1445 - La noche
La noche se me abraza a la cintura,
enamorada impertinente, ciega,
que, narcotizadora, se me entrega
huérfana de pudor y vestidura.
La noche huele a ti, lasciva y pura,
virgen y cortesana; me doblega
y me hace libre, se adjudica y ruega,
amante joven y a la vez madura.
La noche, remolino de cien dedos
tejiendo y destejiendo los enredos
que ansía el corazón y urde la mente.
Me habla de ti la noche, de un encuentro
en que te abres a mí, y en ti me adentro;
la noche, que lo sabe o lo presiente.
Los Angeles, 2 de abril de 2006