Brevería 1216
Al besarte parece que se agitan
mil diminutos dedos en el vientre;
mil susurros eróticos que invitan
a que en tu oscura intimidad me adentre;
mil temblores de muslos que me gritan,
exigiendo que me alce y me descentre.
Y tu me besas repitiendo el grito,
mi cuerpo ya a tu cuerpo circunscrito.
1398 - Dos temblores
Si el ocaso me empuja de tu orilla,
la mañana me acerca a tus umbrales.
Ay, que los sentimientos ilegales
me condenan a estar siempre en capilla.
Apenas ya la luz del alba brilla
transponiendo impulsiva los cristales
de tu balcón, resuenan atabales
en mi piel, sacudiendo mi semilla.
Como ladrón me acerco, subrepticio,
trémulo, pero audaz, y te acaricio
con extraña erupción de dos temblores.
Temblor de oir su voz o su pisada,
y temblor de saber que mi llegada
me capacita a deshojar tus flores.
Los Angeles, 15 de enero de 2006