Brevería 445
Las luces del crepúsculo engalanan
la desnudez serena de los senos,
y son mis ojos, de tus formas llenos,
manos fantásticas que la profanan.
676 - Sólo dos manos
Tan inmensa tu piel, y accidentada,
y dos manos tan sólo para ella:
para la Vía Láctea, una estrella,
para el mar, una lágrima salada.
Qué insuficiente soy, qué limitada
mi maniobra en ti; cómo atropella
mi forma a mi energía, y corta y sella
la actividad que nace arrebatada.
Sólo dos manos a escalar tus montes,
en pérdida de cauces y horizontes,
en descuido de grutas y mesetas.
Manos que a espacio y tiempo desafían.
Si fueran diez tampoco lograrían
permanecer en tu presencia quietas.
Los Angeles, 15 de septiembre de 2002