Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Erótica
Brevería 1789
Era un clamor, una mujer entera, que se hace oir, y se hace ver; un viento que impulsa, envuelve, esparce y aglomera; era delicia y a la vez tormento; era fragilidad de cristalera y fortaleza en cada sentimiento; era voz sin censura ni querella; y al conocerla, me quedé con ella.
1707 - Y me quedé contigo
La tarde era un adiós, y tú no lo eras; yo era llegada, tú eras acogida, de todo yo desnudo, tú vestida de tu gloria de senos y caderas. Y me quedé contigo. Las palmeras se mecían al aire; estremecida, el agua en el embalse recogida, era un quebrarse azul de cristaleras, y era un silencio verde la espesura; al interior, mi cerco a tu cintura, anaconda estrechando los anillos. Y luego, en explosión voluptuosa, una riada cósmica, espumosa, y un desmoronamiento de castillos.
Los Angeles, 9 de junio de 2007
Diseño: Carmen Álvarez
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