Brevería 1607
Logró alcanzar el fin de su viaje,
se descolgó del tren, sangre invisible
brotando en surtidores desde el alma.
Ella esperaba. Todo su lenguaje
fue un “Quédate conmigo” ineludible;
y él se quedó a recuperar la calma.
1243 - Quedarse
Si pudieras amar, llama a la puerta,
desnuda estoy como la luz del día,
contagiada de insomnio, en lozanía
de mente y piel, en permanente oferta.
Y quédate después. Si fuera incierta
tu facultad de amar, tu compañía
aceptable será, pero te haría
partir cuando la aurora se despierta
La noche es el sentido, y es la cama,
pero el amanecer es de quien ama,
la sensación alzada en sentimiento.
La idea exige el cetro en la persona,
el corazón reclama la corona,
el sexo es sólo férvido instrumento.
Los Angeles, 25 de febrero de 2005